El Existencialismo y el Arte


La relación explicativa de los procesos humanos se ha manifestado a través de diversas fuentes artísticas y literarias expresadas  para permanecer en la posteridad del tiempo. Quizás en un proceso de búsqueda el ser humano se ha replanteado las preguntas más profundas y existenciales a través del arte en todas sus manifestaciones, y este proceso no puede abstraerse sino desde el principio de la palabra, es decir del sonido mismo convertido en un escrito literario. La mitología griega y el arte han estado de la mano desde su nacimiento, empezando porque el arte parte de allí, pues se desarrolló partiendo de contenidos míticos, tanto en las artes plásticas (escultura, pintura) como en la literatura (épica, poesía, teatro), que se mantuvo en la cultura europea. Recordemos que la escultura grecorromana representaba tanto divinidades como héroes de su mitología, ligado con la arquitectura, pues construían templos dedicados a los dioses. La preocupación por hallar una respuesta donde el hombre intente explicar por medio de historias como es que funcionan las fuerzas existentes en la naturaleza, los primeros intentos por hallar un conocimiento del origen del hombre y el mundo, o del mundo hacia al hombre y lo que está más allá de la razón y de él mismo, se vio reflejada en estas manifestaciones artísticas que dan cuenta el hecho de las obras y la búsqueda.
Sabemos que el arte es una realización y una experiencia humana que refleja una relación entre lo humano como realidad material existente y como una relación inmaterial. Y si no fuera de la tal manera en; ¿dónde hay registros históricos que aparenten lo contrario? Pues no hay… El arte es una forma depurada de ser, producir y actuar, pero también de hacer, y es una forma de transformar y convertir algo ya sea desde una experiencia humana o supra-humana, desde una dimensión físico o metafísica.
Algo que parece no tener significado adquiere significado con el arte, la idea es creada de otra idea análoga y viceversa. Aquél artista,  que esculpe o pinta a los grandes dioses del Olimpo o algún otro; ¿debió evocar esas alusiones expuestas y creadas en su imaginación sin un bosquejo alguno?, ¿sin un previo ejemplo pictórico? ¿En un atisbo de inspiración logra representar una composición desde lo  abstracto? Cuantos ejemplos pictóricos existen sin tener ningún precedente de la forma o dimensión de estos arquetipos. En un principio las obras de arte imitaban las formas divinas en un contexto y con un propósito específico, y no con fines o aspectos estéticos como comprendemos el mundo del arte desde la segunda era llamada “grafosfera”. El hombre necesita explicar cómo funcionan las fuerzas existentes desde un razonamiento artístico y ha pretendido hacerlo de forma consistente e inacabadamente como una eterna obra de su propia existencia en la historia. Una estética de la belleza para amoldar  su propia necesidad de la idea de lo bello.
Para  iniciar nuestro tema de análisis, adentraremos en una obra en la historia literaria mitológica y su interpretación filosófica, profundizando su asociación simbólica desde las artes integradas de la música, la literatura y las artes visuales. La obra de la que trataremos aquí se llama; “Saturno cortando las alas a Cupido” de  Anton Van Dyck .  La obra en la que nos hemos de detener ha sido replanteada en el tiempo, pero esta fue creada en 1630 y quizás antes, y eso será parte de nuestra investigación, ya que  ha sido plasmada en la pintura muchas veces en una especie de trans-textualidad pictórica y esta aguarda un significado de carácter simbólico. Analizaremos los fundamentos de la pintura y su interpretación, pero principalmente desde dos elementos que ahí aparecen,  dos arquetipos representativos y que son clave en la interpretación de la obra. Nos referimos a dos dioses mitológicos, que son “Cupido” el dios del amor, y “Cronos” el dios del tiempo. El primer elemento para muchos autores es el amor mismo, ¿Qué palabra es esta?, y otras tantas paradojas de la palabra misma; ¡qué significado implícito y universal a la vida nos llena de preguntas! Como diría Platón; El Eros se revela así como un principio metafísico por la totalidad del ser, un verdadero principio filosófico, el “mejor colaborador de la naturaleza humana” (Banquete, 212 b). Hay algunos autores que señalan que este llamado “semi-dios” del amor, representa en realidad dos aspectos del amor;  el amor erótico y el amor trascendente, simbolizados a través de un Eros Griego o u Eros Platónico. El término adquiere una significación con matices diferentes puesto que en algunos textos toma un valor filosófico negativo, aunque en la mayoría se convierte en una fuerza positiva que impulsa la actividad racional cuando emerge de la parte superior del alma. El dios de la belleza y la inspiración personificada.
El siguiente arquetipo o elemento es el tiempo, que en contraposición del primero no puede convertir ninguna fuerza ni emerger atisbo de belleza ya que ha sido pintado como una figura anciana, quizás señalando sutilmente la levedad de la vida misma. Pero lo cierto es que Cronos para algunos es la personificación del tiempo, de las eras y del zodiaco. Nadie ignora el hecho de la temporalidad por tanto toma fuerza para arrasar con todo lo fundado por el hombre, la imagen y su ser. Abruptamente resquebraja la actividad de esta idea vital del alma.
El filósofo francés, Deleuze,  en su obra “Lógica del sentido” llamará al tiempo de las horas Cronos y al tiempo indivisible Aion. Estas dos lecturas del tiempo se oponen entre sí, la de Cronos y la de Aión. Según Deleuze; “Sólo existe el presente en el tiempo. Pasado, presente y futuro no son tres dimensiones del tiempo; sólo el presente llena el tiempo, el pasado y el futuro son dos dimensiones relativas al presente en el tiempo. (…) Un encajonamiento, un enrollamiento de presentes relativos, con Dios como círculo extremo o envoltura exterior, éste es Cronos.”  En cambio Aion, en la historia de Deleuze, es el espacio donde siempre se da el pensamiento, el arte, el amor y la poesía, por ende se acerca  más al concepto del Eros.  Pero quizás el tiempo como decía Heidegger, solo es fundado por el ser y si no hay nada, no hay tiempo y tampoco hay Eros. Si fuera el caso, Eros es el arquetipo histórico y latente que ha sido plasmado en las obras estéticas una y otra vez, y que  para un posterior análisis el hombre se ha encargado muy bien de cualificarlas para verlas en el presente.  Pero no así, “el impulso” mismo, ya que ha acabado con la vida misma del artista o del ser temporal. No en vano en la pintura Cronos aparece cortando las alas a ese impulso tan imperecedero y audaz como lo es Eros al artista.     
En el siguiente proyecto que abordamos a continuación, asociaremos los arquetipos de la obra pictórica y los analizaremos antagónicamente buscando primero una armonía simbólica y conceptual de la imagen desde las artes visuales. A partir de ahí, adentraremos en la semiótica filosófica y sus descripciones relativas a la pintura. Además asociaremos el existencialismo y el tiempo asociado a Cronos, citando algunos filósofos y pensamientos relativos importantes para tener una mirada y alcance amplio de la interpretación de la obra.  
Considerando a Eros como un principio filosófico de vital importancia,  la idea es mostrar la mirada y acercamiento de la música y la literatura respecto a estos dos conceptos simbólicos y estéticos, para lograr una propuesta didáctica de apreciación artística.





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